martes, 30 de marzo de 2010

Lactancia materna

La lactancia materna constituye la alimentación natural de la especie humana y la llevó a sobrevivir y evolucionar desde el inicio de los tiempos.
Existe gran cantidad de estudios que documentan que la leche materna es el mejor alimento que un recién nacido puede recibir. Cada madre adapta su leche a las necesidades de su hijo. Relevamientos realizados en distintas sociedades han demostrado que los niños alimentados con leche materna tienen menores índices de morbilidad (enfermedad), por ejemplo diarreas, que los alimentados con “leches no maternas”.
La declaración conjunta de la OMS y la UNICEF del año 1.979 con respecto de la lactancia materna expresa:
“La lactancia materna forma parte integrante del proceso reproductivo y es la forma natural e ideal de alimentar al lactante y constituye una base biólogica y psicológica para el desarrollo del niño. Este hecho, junto a otros importantes efectos de la prevención de las infecciones, en la salud y en el bienestar de la madre, en el espaciamiento de los embarazos, en la salud de la familia, en la economía de la familia y el país y en la producción de alimentos, hace de la lactancia natural un elemento clave de la autosuficiencia, la atención primaria de la salud y los actuales criterios de desarrollo. Incumbe pues a la sociedad, la responsabilidad de fomentar la lactancia natural y de proteger a las embarazadas y los lactantes de toda influencia que pueda trastornar el amamantamiento”.
La lactancia natural presenta múltiples beneficios, tanto par la madre como para el recién nacido: · Permite el crecimiento y desarrollo del bebé.
· Los recién nacidos alimentados con leche materna presentan menor cantidad de episodios de infecciones intestinales y respiratorias.
· Tienen menos episodios de otitis.
· Es económico.
· Es práctico.
· La desnutrición infantil es menos frecuente.
· En los casos de partos prematuros la composición de la leche está adaptada al recién nacido de pretérmino. Presenta mayor contenido de proteínas y grasa y menor cantidad de lactosa (azúcar) que la leche de término.
· No necesita suplementos de ningún tipo.
· En la madre reduce el riesgo de cáncer de mama por disminuir el tiempo de exposición a los estrógenos.
· Favorece la involución uterina postparto y disminuye los sangrados.
· Refuerza la autoestima.
Es importante mencionar que el amamantamiento provoca infertilidad en tanto y en cuanto la lactancia sea exclusiva. Los períodos de amenorrea (ausencia de
menstruación) y de infertilidad son más prolongados en pacientes que amamantan sus hijos que en aquellas que no los hacen. La amenorrea promedio en mujeres que no dan pecho es de aproximadamente dos meses. Este fenómeno está provocado por la hiperprolactinemia (aumento de prolactina) secundaria a la estimulación del pezón.
La hiperprolactinemia ocasiona disminución de los valores de las hormonas folículo – estimulante y luteinizante encargadas de mantener los ciclos sexuales. Por ende al no existir ovulación, la consecuencia es la ausencia de hemorragias menstruales.
Sin embargo hay situaciones particulares en la cual la lactancia debe ser contraindicada.
El virus de la inmunodeficiencia adquirida (HIV) puede pasar a través de la leche y contagiar al lactante si este no lo hizo durante la gestación (transmisión vertical).
En el caso del herpes simple, la lactancia no está contraindicada si no existen lesiones en mamas. La madre con sífilis puede amamantar su hijo siempre y cuando esté en tratamiento.
Existe contraindicación absoluta de la lactancia en madres que se encuentran en tratamiento quimioterápico (con drogas anticancerosas).
También se debe suspender en casos de hijos de madres alcohólicas y drogadictas.
Concluiremos por lo tanto que los beneficios del amamantamiento son de importancia tanto para la madre como para su hijo. Además es saludable, práctico y económico.


Dr. Ruben Alejandro Baglivo
Especialistas en Ginecologia y Obstetricia.
Docente de la Universidad Nacional de La Plata

Embarazo Ectopico

Se denomina embarazo ectópico a aquel en el cual el óvulo fecundado se implanta fuera del cuerpo uterino.
La ubicación más frecuente del embarazo ectópico es la Trompa de Falopio (98 %), sin embargo puede localizarse en el ovario, en el interior del cuello uterino o en cualquier lugar de la cavidad abdominal.
La incidencia de embarazo ectópico ovárico es de 0,5 % aproximadamente.
El ectópico cervical ocurre 1 cada 2.500 a 18.000 casos. La implantación del huevo fertilizado se produce en el canal cervical y se sospecha ante la presencia de una tumoración blanda, renitente a nivel del cuello uterino. Su complicación es la rotura con hemorragia intensa que compromete la vida de la paciente.
Otra variedad menos frecuente de embarazo ectópico es el embarazo heterotópico. Ocurre cuando coexiste la implantación intrauterina con otra extrauterina en forma simultánea. Su incidencia es de 1/30.000 nacimientos.
El desarrollo de un ectópico está favorecido por múltiples causas: historia previa de enfermedad pelviana inflamatoria, utilización de dispositivo intrauterino como medida anticonceptiva, adherencias peritoneales o cirugías previas sobre las trompas uterinas (salpingoplastias).
Existe controversias en cuanto a las técnicas de fertilización asistida e inductores de la ovulación para el tratamiento de la esterilidad e infertilidad de pareja.
Algunos autores concluyen que estas técnicas serían causantes de un aumento en la incidencia de embarazo ectópico, mientras otros opinan que ésta se debe al factor productor de la esterilidad de base en trompas uterinas y no es consecuencia directa del tratamiento.
El diagnóstico de esta patología requiere que el ginecólogo siempre tenga presente la posibilidad de un ectópico en toda mujer en edad fértil de la vida.
Los signos clásicos son: atraso menstrual, dolor pelviano y hemorragia genital.
Lo habitual es la falta de un período menstrual, por lo cual la paciente concurre a la consulta entre 6 a 8 semanas posteriores a la última menstruación.
El dolor es referido en una de las fosas ilíacas (sectores laterales de la pelvis), continuo o de tipo cólico (intermitente), que se produce por distensión o rotura de la trompa.
La presencia de dolor es habitual, pero hay pacientes que solo se presentan a la consulta con atraso menstrual y hemorragia genital escasa amarronada. Al tacto bimanual se palpa una masa parauterina dolorosa.
Existen dos formas de presentación del cuadro:
· Urgencia médica: en la cual la paciente se presenta con signos de shock, palidez, sudoración, hipotensión y taquicardia, con hemorragia genital, náuseas y vómitos. Atraso menstrual. El cuadro descripto se debe a la rotura tubaria con hemorragia intraabdominal importante. Es el embarazo ectópico complicado.
· Presentación solapada, con atraso menstrual, dolor pelviano y masa anexial palpable. Test de embarazo positivo. Embarazo ectópico no complicado.
El diagnóstico definitivo de embarazo se realiza a través de dosaje de gonadotrofinas. Existen actualmente pruebas de alta eficacia y fácil realización.
Si existe alguna patología en la cual cobra importancia la ecografía es en el ectópico. La ecografía ginecológica permite hacer el diagnóstico por medio de la visualización de una masa o tumoración anexial y presencia de líquido en el abdomen en el fondo de saco de Douglas (retrouterino), que no es más que sangre producto de la rotura uterina. Completa una tríada ecográfica la presencia de un útero vacío.
La combinación de estudios ultrasonográficos con dosaje de gonadotrofinas coriónicas (test de embarazo) resulta un excelente predictor de diagnóstico de certeza.
Un nivel de más de 6.000 mUI/ml de gonadotrofinas con un útero vacío evaluado por ecografía otorga una certeza de casi el 90% de eficacia.
El tratamiento de esta patología es fundamentalmente quirúrgico. La vía de abordaje es translaparoscópica o por laparotomía (abdomen abierto). El procedimiento quirúrgico es necesario para la obtención de un diagnóstico definitivo así como para la resolución del cuadro.
Las técnicas quirúrgicas empleadas pueden ser conservadoras, con resecciones parciales o anastomosis (uniones) de los extremos tubáricos seccionados pero en la gran mayoría de los casos el compromiso de la trompa es extenso, por ello se recurre a la salpingectomía o exéresis tubárica.
Dr. Ruben Alejandro Baglivo.
Especialista Consultor en Ginecologia y Obstetricia.
Docente de la Universidad Nacional de La Plata.

Control ginecológico

¿Qué es? ¿En qué consiste? ¿Para qué sirve?
Denominamos chequeo al examen de un órgano o sistema que se utiliza especialmente para el diagnóstico de enfermedad. Para ellos nos valemos de métodos clínicos o semiológicos, análisis de laboratorio y estudios complementarios como ecografías, radiología, etc., cuyo objetivo primordial es mantener la salud.
En el caso puntual de un chequeo ginecológico las medidas a tomar están dirigidas a la prevención o profilaxis de patologías malignas que se desarrollan en el aparato ginecológico comprendiendo el análisis cuidadoso de los órganos tanto del tracto genital superior como el inferior.
¿Quiénes deben someterse a este tipo de exámenes?
Todas las mujeres a cualquier edad, especialmente aquellas que hace por lo menos un año que han comenzado a mantener relaciones sexuales.
Hemos establecido que deben acudir a un chequeo ginecológico todas las mujeres independientemente de la edad, ya que para cada grupo etáreo existe una patología prevalente hacia la cual están dirigidos todos los esfuerzos en pos de un diagnóstico temprano para que la terapéutica a aplicar resulte efectiva.
¿Quiénes lo realizan?
Este tipo de examen debe ser llevado a cabo por un médico Especialista en Ginecología, que realizará el interrogatorio correspondiente así como un examen ginecológico adecuado. Dicho especialista será el encargado de solicitar las prácticas complementarias de diagnóstico que se consideren necesarias.
El chequeo ginecológico comienza con la anamnesis o interrogatorio. Se indagará sobre sus antecedentes familiares y personales así como el motivo de consulta. Es importante establecer si la paciente fue sometida a alguna intervención quirúrgica, sobre todo si comprometió abdomen inferior. En caso de abortos, determinar si estos fueron espontáneos o provocados para evaluar sus posibles secuelas. Se registrará la fecha de última menstruación, utilización de medidas anticonceptivas, presencia de dolor, localización o irradiación.
Se determinarán los antecedentes ginecológicos: menarca (primera menstruación), inicio de relaciones sexuales, ritmo menstrual de soltera y casada, presencia de flujo, mastalgia (dolor mamario), dispareunia o sinusiorragia (dolor o pérdida de sangre con las relaciones sexuales) o antecedentes de enfermedades de transmisión sexual.
¿Cuánto tiempo demora?
Aproximadamente 40 a 45 minutos. Una vez confeccionada la Historia Clínica de procederá al examen físico de la paciente.
El examen clínico se inicia con la evaluación de las mamas. Se comenzará con la inspección mamaria, con la enferma de pie o sentada para determinar asimetrías, retracciones, depresiones, lesiones ulcerosas o edema de la glándula mamaria. A continuación se procederá a la palpación de la mama, con la paciente en decúbito dorsal.
Se examinará el abdomen, ya que existen patologías de los genitales internos, ovario o grandes miomas, que pueden extender su compromiso al abdomen inferior. La palpación es la que proporciona los datos más importantes.
El examen ginecológico se realizará en una camilla especial adaptada para ello. La paciente en posición ginecológica exhibe sus genitales externos para la inspección. Para completar la evaluación ginecológica se procederá a la realización de examen con espéculo. El modelo más utilizado es el de Collin. Luego de colocado el espéculo se procede a la apertura de las valvas que permiten la observación del cuello uterino e identificación de lesiones. Además por su intermedio se obtienen las muestras para cultivo de secreciones vaginales y toma de PAP. De esta manera se logra la individualización de gérmenes productores de flujo genital patológico con el correspondiente antibiograma que otorgan la posibilidad de realizar un tratamiento adecuado.
La citología exfoliativa exocervical oncológica consiste en la observación microscópica de la muestra del extendido celular obtenido por escobillado del cuello uterino (toma de PAP).
La especuloscopía debe continuarse con el estudio colposcópico del tracto genital inferior. El colposcopio es un instrumento que consta de un sistema de lentes que permiten el aumento de las imágenes enfocadas hasta 40 veces su tamaño y nos permite detectar la localización de las lesiones del cuello uterino uterino.
Se concluye el examen ginecológico con el tacto vaginal y la palpación combinada abdominovaginal.
Se complementará este tipo de exámenes con la solicitud de análisis de laboratorio en sangre (hemograma, glucemia, uremia, VDRL, cretininemia, uricemia, hepatograma completo) y orina (orina completa).
Por último se solicitará una ecografía ginecológica convencional o transabdominal, método complementario totalmente inocuo y no invasivo.
¿Dónde se realiza?
Puede realizarse en cualquier consultorio ya que para su ejecución no se requiere alta complejidad.

Glosario

Profilaxis: conjunto de medidas que se toman en la prevención o desarrollo de una determinada enfermedad.
Grupo etáreo: población específica o determinada.
Anamnesis: interrogatorio que realiza un médico cuya finalidad es la obtención de datos que orienten un diagnóstico.
Espéculo: instrumento que consta de dos valvas articuladas que permiten la visualización de la cavidad vaginal y cuello uterino.
PAP: proviene de la coloración de Papanicolaou. George N. Papanicolaou, anatomista, histólogo y médico griego (1883-1962) fue el creador de la tinción que se utiliza para colorear los extendidos obtenidos de cuello uterino para la determinación de anomalías celulares, elemento extremadamente eficaz en la detección precoz del cáncer de cuello uterino.
Colposcopio: es un prismático de visión binocular con un sistema de iluminación que además consta de un filtro de luz verde que permite la observación de los vasos sanguíneos que recorren el cuello uterino.
Hemograma: recuento de elementos formes (glóbulos) de la sangre.
Glucemia: concentración de glucosa en sangre.
VDRL: Venereal Diseases Research Laboratory estudio de laboratorio que se utiliza par la detección de Sífilis.
Ecografía: método complementario de diagnóstico que se basa en la emisión de ondas sonoras para la construcción de imágenes.

Dr. Ruben Alejandro Baglivo.
Especialista Consultor en Ginecología y Obstetricia.
Docente de la Universidad Nacional de La Plata.

Cesarea Abdominal

Se denomina casárea abdominal a la extracción fetal a través de una incisión practicada en la pared abdominal y uterina y constituye la intervención quirúrgica de mayor envergadura de la práctica obstétrica habitual.
La incidencia de la operación cesárea se ha incrementado en los últimos años, debido a la disminución de sus riesgos (existencia de bancos de sangre y terapias antibióticas) así como la aparición de unidades de cuidados intensivos neonatales que han mejorado sustancialmente la viabilidad fetal ante diferentes patologías maternas o fetales que obliguen a la interrupción del embarazo antes del término.
Técnicamente una cesárea abdominal consiste en la incisión de la pared abdominal (o laparotomía) en forma mediana infraumbilical que se extiende desde el borde superior de la sínfisis pubiana en sentido longitudinal hacia el ombligo. Está indicada en caso de urgencias extremas ya que permite una rápida extracción del feto debido al amplio campo quirúrgico que expone.
El otro tipo de incisión es la transversal suprapúbica a unos dos centímetros aproximadamente del borde superior del pubis y que se prolonga hacia ambas fosas ilíacas.
Una vez practicada la laparotomía, se incide el tejido celular subcutáneo (o tejido graso) hasta llegar a la aponeurosis o vaina de músculos rectos anteriores del abdomen. Separados éstos, se realiza la apertura del peritoneo, capa de tejido que envuelve los órganos del abdomen. Hecha la diéresis o apertura del mismo se realiza la histerotomía o incisión del músculo uterino para proceder a la extracción fetal. Posteriormente se realiza el alumbramiento y extracción de los anexos ovulares (placenta y membranas) antes de iniciar las síntesis o sutura de los planos antes mencionados.
Las indicaciones de la cesárea pueden ser absolutas o relativas.

Entre las absolutas podemos mencionar:

· Desproporción fetopélvica o fetos grandes.
· Placenta previa oclusiva total.
· Inminencia de rotura o rotura uterina.
· Síndrome de inestabilidad fetal.
· Situación transversa (feto atravesado).
· Dos o más cesáreas anteriores.
· Operaciones o plásticas vaginales.

Dentro de las indicaciones relativas citaremos:
· Diabetes.
· Hipertensión.
· Retardo de crecimiento intrauterino.
· Antecedentes de esterilidad.
· Presentación de nalgas.
· Embarazos prolongados.
· Cicatrices del canal de parto.

La cesárea abdominal, como cualquier intervención quirúrgica, no es inocua.
Las complicaciones pueden ser intraquirúrgicas o inmediatas o su aparición puede ocurrir después de cierto tiempo de realizada la práctica (mediatas o tardías). Entre las intraquirúrgicas mencionaremos la herida o efracción de la vejiga, pero más frecuentes y más temibles son las hemorragias, cualquiera sea su causa (de la incisión uterina o histerotomía, desgarros, falta de contractilidad uterina, etc.).
Entre las mediatas, la más común es la infección. Más rara es la distensión abdominal postoperatoria debido a la parálisis intestinal o íleo.
No obstante desde la existencia de bancos de sangre y de un arsenal de antibióticos las complicaciones se han reducido de manera significativa.
A pesar de estos logros la mejor manera de evitar un daño es la prevención, y en este caso no hay mejor prevención que una correcta indicación para la institución de un tratamiento quirúrgico que obviamente es extensivo a la práctica de la cesárea abdominal.

Dr. Ruben Alejandro Baglivo.
Especialista Consultor en Ginecología y Obstetricia.
Docente de la Universidad Nacional de La Plata.